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31 de enero de 2010

Los Sucesos de Fátima. El Gran Milagro.

El infierno por San Pedro Julián Eymard.--->
<---Los Sucesos de Fátima de 1917


Síntesis de la historia de la apariciones de Ntra. Sra. de Fátima.

La Visión del Infierno.

Insistencia de la Santísima Virgen en rezar el Rosario todos los días.

El Gran Milagro de Nuestra Señora de Fátima.






La visión del Infierno

Día 13 de julio de 1917.
Momentos después de haber llegado a Cova de Iría, entre una multitud del pueblo, estábamos rezando el rosario, vimos el resplandor de la acostumbrada luz y,
en seguida, a nuestra Señora sobre el Carrasco.

-¿Qué quiere Usted de mí?-pregunté.

-"Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene;
que continúeis rezando el rosario todos los días, en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el fín de la guerra, porque sólo Ella lo puede conseguir".


-Quería pedirle que nos dijera quién es Ud., que haga un milagro para que todos crean que Ud. se nos aparece.

"Continuad viniendo aquí todos los meses.
"En Octubre diré quién soy, y lo que quiero y haré un milagro para que todos crean".


Aquí hice algunas peticiones que no recuerdo bien cuáles fueron.
Lo que sí recuerdo es que Nuestra Señora dijo que era preciso rezar el rosario todos los días, para alcanzar esas peticiones durante el año.
Y continuó:
-"Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis un sacrificio"

"Oh Jesús es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en desagravio por pecados cometidos contra el Inmcaculado Corazón de María"



Al decir estas últimas palabras, abrió de nuevo las manos como en los meses pasados. El reflejo parecía penetrar en la tierra y vimos como un mar de fuego.
Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas de las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo cayendo por todos los lados, semejantes al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin peso ni equilibio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación, que horrorizaban y hacían estremecer de pavor.
(Debe de haber sido a la vista de esto cuando dí aquel "¡Ay!", que dicen haberme oído).
Los demonios distinguíanse por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros carbones en brasa.


Asustados como para pedir socorro, levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo entre bondadosa y triste:

-"Habéis visto el "infierno" a donde van a parar las almas de los pobres pecadores;
Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.
Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz.
La guerra va a acabar. Pero si no dejan de ofender a Dios, el reinado de Pío XI comenzará otra peor.
Cuando veáis en noche alumbrada por una luz desconocida
(hecho que aconteció la noche del 25 al 26 de enero de 1938), sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a "castigar" al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.

Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón.
(lo pidió en una aparición la Hna. lucía en tuy -España en junio de 1929),
y la comunión reparadora de los primeros sábados
(lo pidió en una aparición a la Hna. Lucía en Pontevedra -España en diciembre de 1925).

Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; sino, esparcirá sus errores poe el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.
Los buenos serán martizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas.
Por fin, mi "Inmaculado Corazón triunfará".
El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc. Esto no se lo digáis a nadie. A francisco, sí podéis decirselo.
Cuando recéis el rosario, diréis, después de cada misterio":


¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia!.

Transcurrido un instante de silencio pregunté:
-Usted ¿No quiere de mí nada más?
-No. Hoy no quiero nada más de tí.
-Y, como de costumbre, comenzó a elevarse en dirección al naciente, hasta desaparecer en la inmensa lejanía del firmamento.





Insistencia de la Santísima Virgen en rezar el Rosario todos los días.


El 19 de agosto de 1917.

Estambamos pastoreando, en compañía de Francisco y de su hermano Juan, en un lugar llamado Valiños, y sintiendo que alguna cosa sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra Señora viniese a aparecérsenos, y dándome pena que Jacinta se quedase sin verla, pedimos a su hermano Juan que fuese a llamarla.
Como no quería, le ofrecí veinte centavos, y allá se fue corriendo.

Entretanto ví con Francisco, el reflijo de la luz que llamábamos relámpago, y habiendo llegado Jacinta, un instante después, vimos a Nuestra Señora sobre el pino.

-Qué es lo que Ud. quiere de mí?

-Quiero que continuéis yendo a Cova de Iría el día 13 y que sigáis rezando el rosario todos los días. El último mes, en octubre, haré un milagro para que todos crean.

(El 13 de agosto los niños estaban presos.)
-Si no los hubiesen llevado a la aldea de Ourém, el milagro hubiera sido más grandioso. Hubiera venido San José con el Niño Jesús para dar la paz al mundo.
Hubiera venido Nuestro Señor para bendecir al pueblo. Hubiera venido Nuestra Señora del Rosario con un angelito a cada lado.

Hubiera venido Nuestra Señora de los dolores con un arco de flores a su alrededor.
La Santísima Virgen exhorta a los niños una vez más a la oración y a la mortificación y tomando un aspecto más triste añade:

-Rezad, rezad mucho y hace muchos sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno, por no haber quién se sacrifique, rece, y pida por ellas.
Y como de costumbre comenzó a elevarse en dirección al naciente.

Día 13 de septiembre de 1917.

Al aproximarse la hora, fuimos a Cova de Iría con Jacinta y Francisco, entre numerosas personas que apenas nos dejaban andar.
Los caninos estaban apiñados de gente. Todos nos querían ver y hablar.
Allí no había respetos humanos.
Llegamos, porfin a Cova de Iría, junto al pino, y comenzamos a rezar el rosario, con el pueblo.
Poco después, vimos el reflejo de la luz y, seguidamente, a Nuestra Señora sobre la encina.

-Continuad rezando el rosario, para alcazar el fin de la guerra.
En octubre vendrá también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen y San José con el Niño Jesús para bendecir el mundo.
Dios esta contento con vuestros sacrificios pero no quiere que durmáis con la cuerda atodo al cuerpo; llevadla sólo durante el día.


(Los niños martirizaban sus cuerpo atándose una cuerda al cuerpo y lo ofrecían por la conversión de los pecadores)
-Me han solicitado para pedirle muchas cosas, la curación de algunos enfermos, de un sordomudo.

-Sí a algunos los curaré, a otros no. En octubre haré el milagro para todos crean.
Y comenzado a elevarse, desapareció como de costumbre.







Los vidente de Fátima: Jacinta, Lucía y Francisco.
















Multitud acudiendo a ver a la Santísima Virgen en Fátima.




El Gran Milagro de Nuestra Señora de Fátima.



Día 13 de octubre de 1917.

-Salimos de casa bastante temprano, contando con las demoras del camino.
El pueblo estaba en masa. Caía una lluvia torrencial. Mi madre, temiendo que fuese el último día de mi vida, con el corazón partido por la incertidumbre de lo que iba a suceder, quiso acompañarme.

Llegados a Cova de Iría, junto al pino, transportada por un movimiento interior, pedí al pueblo que cerrase los paraguas para rezar el rosario.
Poco después, vimos el reflejo de la luz y, seguidamente, a Nuestra Señora sobre la encina.

-Qué es lo quiere Ud. de mí?

-Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honor, que soy Nuestra Señora del Rosario, y que continuéis rezando el Rosario todos los días.
La guerra va a terminar y los soldados volverán pronto a sus casas.


-Tengo muchas peticiones, dice Lucía.
¿Quiere o no atenderlas?

-Algunas sí, otras no. Es preciso que se enmienden, y que pidan perdón por sus pecados

Y tomando un aspecto muy triste continúa la Ssma. Virgen:

¡No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que bastante ofendido está!

La Virgen abre las manos haciéndolas reflejar hacia los fulgores de sol y según se eleva, su luz no deja de proyectarse en el disco luminoso.
Lucía grita: ¡Allá, arriba, allá...! ¡Miren el sol!

La multitud, más de 70.000 personas, empapadas por la lluvia de toda la noche y de todo el día, mira desde el barro hacia e sol.
Los niños ven junto al astro:
a San José vestido de blanco que sale de entre las nube dejando ver su busto, con su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, de cuerpo entero y vestido de rojo.
Con su brazo derecho bendice por tres veces a la multitud.

Nuestra Señora está a la derecha del Sol, de cuerpo entero, vestida tambien de blanco y con un manto azul que le cubre la cabeza y le cae suelto.
Desvanecida esta aparición tiene lugar otra.
Jesús, al lado derecho del sol vestido de rojo y a la Virgen con las características de Nuestra Señora de los Dolores, vestida de rosa, pero sin espada en el pecho.

Jesús bendice al pueblo. Terminada esta visión Lucía ve a la Virgen con las características de Nuestra Señora del Carmen dejando caer "algo" de su mano derecha.
Entre tanto la multitud ha vivido, admirada y horrizada, otro espectáculo;
el sol como una inmensa bola de fuegos artificiales girando "enloquecido" en el cielo o pareciendo caer sobre la tierra.

Fueron unos diez minutos vividos como una eternidad...
Todo cesó; quedó casi oscuro, el rostro de las personas parecían pintado de amarillo...

Entre las lágrimas de alegría de unos y de arrepentimiento de otros, todos pudieron constatar que la ropa, los zapatos, la tierra, se habían secado.
La Virgen había cumplido y esperaba, de ahora en más, que sus hijos respondieran a sus pedidos.




Aparición de Nuestra Señora del Rosario en Fátima


Frases y Dichos


La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas. (A.Dumas)

La confianza es la madre del descuido, por eso, sólo confía plenamente en Dios. (B.Graciam)

El fracaso el la oportunidad de comenzar nuevamente de manera inteligente. (Chino)

No hace falta leer los pensamientos, basta con ver la expresión de los rostros. (Griego)

Vivir es llegar y morir es volver. (Tao Te King)

Me horroriza, no tanto la maldad de los malos, sino la indiferencia de la gente buena. (Luther King)

15 de enero de 2010

Los Sucesos de Fátima de 1917.

Los Sucesos de Fátima. El Gran Milagro.--->
<---El Rosario de las Santas llagas.


Síntesis de la historia de la apariciones de Ntra. Sra. de Fátima.

-Las apariciones del Ángel de la paz o el Ángel de Portugal.

-Apariciones de la Santísima Virgen.

-Peticiones de la Santísima Virgen.




Las apariciones del Ángel de la paz o el Ángel de Portugal.

Primera aparición del Ángel:

Yo Lucía, en la primavera de 1917 y estando en el campo con Francisco, Jacinta y después merendar y rezar empezamos ver a cierta distancia sobre los árboles, una luz más blanca que la nieve, atravezado por los rayos del sol, con la forma de un jovén de extraordianara belleza.

Estabamos sorprendidos de lo que veíamos.
Y al llegar junto a nosotros, dijo:

-¡No temáis!
Yo soy El Angel de la Paz. Orad conmigo.


Y arrodillándose en tierra, dobló la frente hasta el suelo.
Transportados por un movimiento sobrenatural, le imitamos y repetimos las palabras que le oímos pronunciar.

-"Dios mío, yo creo, adoro, espero, y os amo. Os pido perdón por los que no creen no adoran no esperan y no os aman".


Después de repetir ésto tres veces se levantó y dijo:

-¡Orad así! Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras súplicas.

Y desapareció.

Segunda aparición del Ángel:

luego en medio del verano a la hora de la siesta, estando sentados debajo de un árbol, de repente, vimos al mismo Angel junto a nosotros.

-¿Qué hacéis? ¡Orad!,¡Orad! ¡Rezad mucho!
Los Corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente a Altísimo plegarias y sacrificios.


¿Cómo hemos de sacrificarnos? -pregunté

-De todo lo que podáis, ofreced un sacrificio, en acto de reparación por los pecados con que El es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores.
Atraed así sobre vuestras Patria la paz.

Yo soy el Angel de su Guarda, el Angel de Portugal.
Sobre todo, aceptad y soportad con sumición el sufrimiento que el Señor os envíe.


La tercera aparición del Angel fue en Octubre:

Rezabamos el rosario y la oración que nos había enseñado en la primera aparición.
De repente apareció nuevamente el Angel, portando en la mano un Cáliz,y sobre el una Hostia, de la cual caían dentro del Cáliz, algunas gotas de sangre.
Dejando el Cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces la oración:


-Santísima Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indifirencias con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pecadores.


Después, levantándose, tomó el Cáliz y la Hostia, y le dió la Hostia a Lucía, y lo que contenía el Cáliz, lo dió a beber a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo tiempo:

-Tomad y bebed el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, "Horriblemente Ultrajado por los Hombres Ingratos".
Reparad su crímenes y consolad a vuestro Dios.


De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros, tres veces más la misma oración:

-Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo... etc.
Y desapareció.




Muchas Gracias a SALVATUALMA, por el video prestado.


Apariciones de la Santísima Virgen


El día 13 de Mayo de 1917.
Estabamos jugando Jacinta y Francisco encima de la pendiente de Cova de Iría, vimos de repente, como un relámpago.

Nos fuimos a casa pues había tormenta, y al descender la ladera cuando llegaron a la mitad, muy cerca de una encina grande, vimos otro relámpago.
Al hacer unos pasos hacia adelante, vimos sobre el carrasco a una Señora, vestida toda de blanco, más brillante que el sol, irradiando una luz más claro e intensa que un vaso de cristal, lleno de agua cristalina, atravesado por los rayos del sol más ardiente.

Nos detuvimos sorprendidos por la aparición. Estabamos tan cerca que nos quedábamos dentro de la luz que la cercaba, o que ella irradiaba. Tal vez a metro y medio de distancia más o menos.
Entonces Nuestra Señora nos dijo:

-No tengáis miedo.
No os voy a hacer daño.

-¿De dónde es Ud.?-le pregunté.

-Soy del Cielo.

-¿Y qué es lo que Ud. quiere?

-Vengo a pediros que vengáis aquí seis meses seguidos, el día 13 a esta misma hora. Después os diré quién soy lo que quiero.
Después volveré aquí una séptima vez.

¿Y yo también iré al Cielo?.

-Sí tú irás al Cielo.

-Y,¿Jacinta?

-También irá.

-Y¿Francisco?

-También; pero tiene que rezar muchos rosarios.

Entonces me acordé de preguntar por dos muchachas que habían muerto hacía poco.
Eran amigas mías e iban a casa y tejían con mi hermana mayor.

-¿Ana de las Nieves ya está en el Cielo?

-Sí está.(Tenía unos diesiocho años)

-¿Y Amelia? -Estará en el purgatorio hasta el fín del mundo.(Me parece que tenía unos dieciocho años)

-¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que El quiera enviaros, en acto de desagravio por los pecados con que El es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?

-Si queremos

Tendréis que sufrir mucho, pero la gracia de Dios será vuestra fortaleza.

Fue al pronunciar estas últimas palabras(la gracia de Dios etc...) cuando abrió por primera vez las manos comunicándonos una luz tan intensa com un reflejo que e ella se irradiaba, que nos penetraba hasta el pecho y en lo más intimo del alma, haciéndonos ver a nosotros mismos que Dios era esa luz, más clara como si nos viéramos en el mejor de los espejos.

Entonces por impulso íntimo, también comunicado caímos de rodillas y repetíamos íntimamente:

"Oh Santísima Trinidad, yo os adoro. Dios mío, Dios mío; yo os amo en el Santísimo Sacramento".

Pasados los primeros momentos, Nuestra Señora añadió:

-Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz para del mundo y el fín de la guerra.

En seguida comenzó a elevarse suavemente, subiendo en dirección al naciente, hasta desaparecer en la inmensidad de la lejanía. La luz que la rodeaba iba abriendo camino en la bóbeda de los astros, motivo por el cual alguna vez dijimos que habíamos visto abrirse el cielo.


Peticiones de la Santísima Virgen



Día 13 de Junio de 1917.
Después de rezar el rosario con Jacinta y Francisco y algunas personas que estaban presentes, vimos de nuevo el reflejo de la luz que se acercaba y que llamabamos relámpago, y en seguida a nuesta Señora sobre la encima, todo lo mismo que en Mayo.

-Qué queréis de mí?-pregunté.

-Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene; que rezéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero.

Pedí la curación de un enfermo.

-Si se convierte, se curará durante el año.
Luego añade Lucía.

-Quería pedirle que nos lleve al Cielo.

-Sí a Jacinta y Francisco los llevaré pronto. Pero tú Lucía te quedarás aquí un tiempo más. Jesús quiere servirse de tí para darme a conocer y amar.
El quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.
A quién la abrazare, le prometo la salvación; y éstas almas serán amadas por Dios, como flores puestas por mi para adornar su trono.

-Entonces,¿me quedaré aquí sola?. Pregunté con pena.

-No, hija. Tu no estas sola. ¿Y tú sufres mucho? No te desanimes.
Yo nunca te dejaré. Mi inmaculado Corazón será tu refugio y el camino seguro que te conducirá al Cielo.

Fue en ese momento en que dijo estas palabras, cuando abrió las manos y nos comunicó, por segunda vez, el reflejo de esa luz inmensa.
En ella nos veiamos como sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco paracían estar en la parte de la luz que se elevaba al Cielo y yo en la que esparcía sobre la tierra. Delante de la palma de la mano derecha de Nuestra Señora estaba un Corazón cercado de espinos, que parecían estar clavados en él.

Comprendimos que era el Inmaculado Corazón de María, ultrajados por los pecados de la humanidad, que pedía reparación.

Frases y Dichos


Se puede matar al soñador pero no al sueño.(David Abernathy)

No encuentres la falta, encuentra el remedio.(Henry Ford)

El mejor profeta del futuro es el pasado.(Inglés)

Ambiciona honor, no honores.(Anónimo)

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.(Benavente)