Bienvenido Querido Hermano.

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1 de diciembre de 2010

Las Oraciones curan el cuerpo y el alma.

¿Conoces tú a Dios? Vivir la vida de Dios--->
<----Rosario o Coronilla de la Misericordia.




«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra;
o si le pide un pez, le dé una culebra?
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
«Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Mateo 7, 7-12.

Un texto semejante se reproduce en Lucas 11, 9-14.
Los cristianos no somos los únicos en proponer la oración como terapéutica, los templos de Esculapio también tenían una implicancia religiosa.
Muchos se habían curado en estos templos, durante varias siglos, usando la oración como medicina para el cuerpo.
Se sabe que en épocas romanas donde los primeros cristianos servían de alimentos a los leones, enfrentaban a la cruel muerte con plegarias en sus labios, invocando al Dios de los Cielos, la ayuda necesaria ya que morían en el nombre de Él.

Resulta llamativo que la Iglesia Católica esté siempre asociada con milagros.
Entre éstos siempre se destacan las curaciones.
Oraciones que se hacen a Dios o a los Santos invocando su ayuda.

Jesús sabía muy bien que lidiaba con hombres de poca fe que necesitaban ver para creer.
Cristo hizo ver a los ciegos, caminar a los paralíticos, resucitó a los muertos, y curó a los leprosos. Los apóstoles siguieron estos ánimos terapéuticos y entre todos los santos hubo curaciones milagrosas.
En medio de todo ésto siempre hubo oraciones antes de ser curado, invocaciones a Dios, que es quién realmente cura.
Y hasta Jesús da gracias al Padre, hace una oración, y realiza el milagro.

Hace pocos años la literatura médica se vio invadida por una serie de artículos acerca de los efectos de las oraciones sobre el curso de las enfermedades.
Casi todos señalan la prontitud con la cual se recuperaron todos aquellos que rezando consiguieron lograr tal fin.
Muchos de estos artículos fueron discutidos en cuanto a su metodología.
Cómo y cuánto rezaban. A quién le rezaban.
Si ya rezaban antes o comenzaron a hacerlo con motivo de la enfermedad etc, etc.

El deseo de curarse.

Los médicos más que nadie, saben que el primer camino a la curación es el mismo deseo de curarse.
No todas la personas creyentes rezan, como deberían hacerlo, pero las que sí lo hacen suelen extender ésta cualidad a otros órdenes de la vida, y además de creer en Dios, los Santos y la Virgen creen que las oraciones curan, si se pide con fervor, insistencia, perseverancia, y por sobre todo con humildad.

La humildad hace que Dios abra su corazón y nos llene de todo lo que le pedimos en las oraciones, siempre y cuando sea para el bien de las almas, y si además lo que pedimos no es para nosotros, Dios nos favorece doblemente.
Esta tendencia a aferrarse a cosas intangibles, las oraciones espirituales y/o tangibles, el ver que realmente cura, hace que en las personas les permita cierto grado de seguridad, que se traduce en sensación de bienestar.

Podría ser que ésta sensación desencadene una reacción, liberando sustancias que producen una relajación y hasta pueden beneficiar la evolución de la recuperación del paciente. Explicación médico-científica.

Pero para el creyente, la oración va muchos más allá de una sensación de relajación, se siente mucho mejor si reza y sabe que curarse no solo depende de la oración, sino de la ayuda médica y que ambas van juntas.
"A Dios rogando y con mazo dando".
Rezando Dios nos da luces para seguir el verdadero camino de la curación corporal.

En el caso de los no creyentes, éstos extienden su incredulidad a los demás aspectos de la vida, entre ellos dudan de los médicos y las promesas de curación.
Suelen ser personas autosuficientes y con alta autoestima.
Ante situaciones límites se desesperan, algunos recurren a brujerías, sin resultado, y entonces colapsan sus sistemas de defensas, tanto psicológica como inmunológicos y entran en depresión continúa.

No es extraño presenciar un cambio en las creencias de éstas personas. Si alguien reza con humildad y pide por ellas, los méritos de las oraciones hacen que replanteen su concepción existencial, y algunos hasta recuperan la fe perdida.

Distinguir entre orar y rezar.

Se entiende por rezar el hecho de recitar de memoria frases u oraciones aprendidas con anterioridad.
Para la oración, sin embargo, no es necesario ejercicio alguno del intelecto.
Se trata de una disposición interior y afectiva que busca solamente un encuentro en la intimidad con el Señor.
Para ello no hace falta construir frases, ni poner en marcha la memoria.
Sobran las palabras, basta únicamente la voluntad:
"Lo quiero y quiero estar con Él"

En este sentido podemos afirmar que la oración es un diálogo profundo con Dios, y como en todo diálogo, se hace imprescindible la escucha, la actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien lo esperamos todo, en quien confiamos y a quien entregamos nuestra vida.

Si la oración es comunicación con Dios debemos ser conscientes de que, más esencial que lo que nosotros digamos es lo que Dios nos puede transmitir y más importante aún que el mensaje siempre será el Emisor.
Toda comunicación es válida en tanto y cuanto favorece el encuentro, de esta forma la mejor finalidad de la oración será procurar el encuentro íntimo y personal con Dios nuestro Señor.
Solo así veremos que la oración hecha más con el corazón que con la mente, nos unirá tanto a Dios que vamos a querer estar fundidos en El, y repitiendo ésto con frecuencia, no vamos a querer despegarnos nunca más Dios.

¿Por qué hay que hacer oración?

Hay un proverbio oriental que dice:
Si tienes un amigo recorre con frecuencia el camino hacia su casa, de lo contrario corres el peligro de que crezca la maleza y no encuentres el camino.

Esta frase expresa la importancia de la oración.
La amistad que podemos hacer con Dios, y el amor que nos ofrece es un regalo, el mejor regalo, que nos podemos hacer.
Es por lo tanto gratitud total y absoluta; nadie nos puede exigir amistad, ni nosotros se lo podemos exigir a nadie.
Sin embargo la amistad una vez que se tiene, requiere ser cultivada, cuidada y atentida. Se convierte de esta forma en una tarea.
El amor se alimenta con la presencia de la persona amada. Es necesario encontrar tiempo para estar con él.
Hablar, escuchar, y ver qué necesita forma parte del amor bien entendido.

No es suficiente verlo y hablarle entre el barullo de la gente, hay que reservar un espacio para la intimidad, para estar a solas, para compartir la existencia con quién quieres, con quién amas.

Cuando esto no se hace o se abandona, al principio se echa en falta, después la amistad va enfriándose poco a poco y al final la distancia y la lejanía provocan que estas personas terminan viéndose como extraños y desconocidos.
La presencia del otro ya no dice nada, desapareció, murió el amor.

En nuestras relaciones con Dios nos puede pasar exactamente lo mismo.
Más de una vez habremos observado a personas cercanas, comprometidas con el Evangelio y que, al volcarse en una activismo desenfrenados, empiezan descuidando la oración y acaban perdiendo la fe.
La oración junto con la Eucaristía, alimenta la fe, consolida la esperanza, acrecienta el amor.
Si dejáramos de hacer oración es como si dejáramos de comer.
Al principio se siente hambre, pero después ésta desaparece y estamos en el plano inclinado hacia la muerte. Cualquiera que deje de comer sabe lo que le espera.

Las personas que van a misa sufren menos depresiones

Este es un dato comprobado donde se encontró que las personas de asisten a misa sufren menos depresiones, y están mas sanos que los que no lo hacen y reciben los sacramentos en la casa.
En caso de los ancianos les ayuda mucho por la angustia que le producen el ver que ya sus fuerzas no son las misma que cuando eran jóvenes.
Otros trabajos han relacionado la oración con el alivio de ciertos males, como el asma, la ansiedad e incluso con algunas enfermedades inmunológicas.
No hay duda: la fe puede ser una fuente de fuerza vital.

Mejor rezar en grupo

Existen centenares de estudios que demuestran que la oración tiene efectos positivos en el organismo.
Los mayores beneficios se obtienen cuando se reza en comunidad o se acude a ritos y ceremonia comunitarias (la misa, el rosario etc).
La asistencia a estos actos favorece la sensación de pertenecer a un grupo, y obliga a desplazarse fuera del hogar y estimula la fuerza de voluntad para seguir los consejos del médico.
Algunos médico en EE.UU y Europa están relacionados con algunas asociaciones espirituales, donde se aconsejan a los doctores que se interesen por las creencias de sus pacientes.
Así favorecen la comunicación y estimulan en los pacientes el deseo de curarse.
Debido a que todo está en nuestra fuerza interior, y mejorando nuestro interior se pueden mejorar las ganas de vivir.
Aunque algunos le atribuyen cualidades energéticas mágicas a la oración sólo se sabe que es muy buena, efectiva, hace tan bien al cuerpo como al alma, está comprobada que es excelente en caso de depresiones, angustias, soledad y además ha servido para curar y corregir cierto males.






San Pedro Julián Eymard, estimaba mucho la oración, le daba mucha importancia, para él, era el camino seguro de salvación, la oración nos une más íntimamente a Dios.

Por favor lee;
<------El Espíritu de Oración Parte 1

Frases y Dichos

El alma es la vida del cuerpo, Dios es la vida del alma. (San Agustín)
Cuando un hombre tiene un porqué vivir, soporta cualquier cómo. (Nietzschen)

El hombre pobre tiene poco, pero el avaro no tiene nada.(Británico)

La vida es una carrera de abstáculos por vencer.(Italiano)

Amar no es mirarse uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección. (Saint Supery)

Quien no tiene enemigos, tampoco tiene amigos.(Judío)

La familia que reza unida permanece unida. (Juan Pablo II)

1 de noviembre de 2010

Rosario o Coronilla de la Divina Misericordia

Las Oraciones curan el cuerpo y el alma---->
<---Octubre mes del Rosario.



Jesucristo Señor de la Divina Misericordia, para toda la humanidad. En su Corazón hay un Océano infinito de Misericordia que espera por nosotros pacientemente.


El Señor Jesús ha dedicado catorce revelaciones o promesas del Rosario o Coronilla de la Divina Misericordia a la Hermana Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia, las cuales están llenos de gracias, luces, fortalecimientos y mucho consuelo esperando por todas las almas sin distinción.
Son los siguientes;


"Por la oración de este Rosario, me complace conceder cualquier petición.
Quien lo rezare, alcanzará gran Misericordia en la hora de la muerte.
Incluso todos los un pecadores empedernidos, si rezan este rosario, aunque sea una sola vez, obtendrán las gracias de mi infinita Misericordia".

"Cuando los pecadores recen este Rosario, llenaré sus almas con la paz, y serán felices a la hora de su muerte. No tendrán miedo. Mi misericordia las protegerá en esta última pelea".

"Yo defenderé como a Mi gloria a cada alma que rece este rosario a la hora de la muerte, o cuando otros lo recen al lado del moribundo, quien obtendrá el mismo perdón."

"Cuando este rosario se reza cerca de un moribundo, la ira divina se aplaca y la misericordia insondable rodea el alma y las entrañas de Mi misericordia son movidas por la pasión dolorosa que he sufrido"

"Cuando recen este rosario junto a los moribundos, Yo estaré entre el Padre Celestial y el alma agonizante, no como juez Justo, sino como Redentor Misericordioso".

"A las almas que recen esta Coronilla, Mi misericordia los rodeará en la vida y especialmente en el momento de la muerte".

"Hija mía, alienta a las almas a rezar la Coronilla que te he dado. Para aquellos que la recen, me complace en darles todo lo que me pidan.


"Cuando los pecadores empedernidos, recen esta Coronilla, voy a abrumar sus almas con la paz y a la hora de la muerte serán felices."

"Los sacerdotes pueden ofrecer este Rosario a los pecadores, como el último recurso de salvación".

10° "¡Oh, qué enormes gracias que derramaré en las almas que recen esta Coronilla. Las entrañas de mi Misericordia se suavizan cuando recitan este Rosario!.

11° "Anota estas palabras, mi hija mía, habla al mundo de mi misericordia para que toda la humanidad sepa de mi misericordia infinita."

12° "Esta es una señal de los últimos tiempos, después vendrá el día de la justicia. Todavía hay tiempo para recurrir a la Fuente de Mi Misericordia, que les permita beneficiarse de la Sangre y Agua que fluyó para todos".

13° "Hija mía rezando la Coronilla sirve para aplacar la ira de mi Padre Celestial. Justo castigo para la humanidad pecadora"

14° "A través de la Coronilla obtendrán todo, si lo que piden está de acuerdo con mi voluntad."


Dos casos aparecen en el Diario de Santa Faustina que tienen que ver con las tormentas, y en ambos casos se utilizan la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigo de gran alcance.

Hoy en día una gran tormenta me despertó, el viento soplaba y llovía como si hubiera un huracán, así como una tormenta con truenos severa.
Me puse a rezar para que la tormenta no causara ningún daño, de repente, oí estas palabras:
Reza el rosario que te he enseñado y la tormenta se detendrá.
Inmediatamente comencé a rezar la coronilla y yo ni siquiera había terminado cuando la tormenta se detuvo y oí estas palabras:
A través de la Coronilla obtendrán todo, si lo que piden está de acuerdo con mi voluntad."

"Una vez, cuando una gran tormenta se acercaba, y me puse a rezar la Coronilla.
Oí la voz de un ángel de repente:
No se puede acercar con la tormenta, porque el resplandor de su boca me rechaza a mí y a la tormenta. El ángel se quejaba a Dios. Pronto comprendí la gran devastación que la tormenta hubiese causado, pero sabía que la oración era agradable a Dios, y lo poderoso que es la Coronilla."


El 22 de mayo, el siguiente incidente que ocurrió y la hermana Faustina lo escribió para demostrar el poder que Jesús atribuye a la Coronilla de la Divina Misericordia, que Él le enseñó:

"Hoy en día el calor es tan intenso que es difícil soportarlo.
Todos estamos sedientos por la lluvia, y todavía no viene.
El cielo ha estado nublado durante muchos días, pero sin lluvia.
Cuando veo las plantas, sedientas de agua, sentí mucha compasión y me decidí a rezar el rosario de la Coronilla, hasta que el Señor envió la lluvia para nosotros.
Antes de la cena, el cielo estaba cubierto de nubes, y vino una lluvia fuerte.
Yo había estado recitando incesantemente esta Coronilla durante tres horas. Y el Señor Jesús me hizo saber que a través de esta oración todo lo que se puede obtener".



PRÁCTICA DEL ROSARIO O CORONILLA DE LA MISERICORDIA:


Se reza con un rosario común.

Todos los días recitar un Padre Nuestro, Ave María y el Credo, y luego las cinco decenas con las cuentas del Santo Rosario:

Orar cinco decenas. Cada decena comienza de la siguiente manera, en lugar del Nuestro Padre decimos:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu muy amadísimo Hijo, y Señor Nuestro Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero."

En lugar de Ave María decimos:
"Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero"

Al final de las cinco decenas, decimos tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,

Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero".

Es bueno para terminar con un; Dios te salve, Reina y Madre de misericordia ...




El Papá Juan Pablo II fue el gran impulsor de la Divina Misericordia. Durante su papado, revivió dicha devoción que estuvo prohibida por más de tres décadas.





Frases y Dichos

No ser amado no es más que mala suerte, la desgracia consiste en no amar.(A Camus)

La unión del rebaño obliga la león a acostarse con hambre.(Africano)

Es de prudentes saber hablar, pero es de sabios saber cuando callar.(Griego)

Cuanto más grande es el caos, más próxima está la solución.(Mao Tseo Tung)

Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre quiere demostrar algo.(T.A.Edison)

La verdad es hija del tiempo.(Aulio Gelio)

El que se pierde es el que encuentra nuevas sendas.(Nils Kjaer)

1 de octubre de 2010

Octubre mes del Rosario.

Rosario o Coronilla de la Divina Misericordia--->
<---Misterios Luminosos.


Virgen del Santo Rosario.



En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa “corona de rosas”.
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios.
Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas.
A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense.
Los albingenses enseñaban que existían dos dioses, uno del bien y otro del mal.
Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar.

Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo.
Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara.
Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo.
Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.

La Madre de Dios, en persona, se le apareció a Domingo en una capilla y le enseñó a rezar el rosario en el año 1208, sostenía en su mano el rosario, se lo entregó y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano.
Efectivamente, lo predicó por todo el mundo, y con gran éxito por que muchos albingenses y los que estaban apartados de Dios volvieron a la fe católica.
La misma Virgen le prometió que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.
El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó "la muerte negra" en la que murieron muchísimas personas.
Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario.
El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460.
Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica.
A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

Desde el principio de la Iglesia los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos. Mas tarde, en muchos monasterios se rezan los 150 salmos cada día.
Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes.

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos.
Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen.
El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.
En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión.
Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.


EL SANTO ROSARIO UN "ARMA PODEROSA"

A lo largo de la historia, se ha visto como el rezo del Santo Rosario espanta a los demonios, fuera del camino del hombre y de la Iglesia.
Llena de bendiciones a quienes lo rezan con devoción.
Nuestra Madre del Cielo ha seguido promoviéndolo, en Lourdes con Bernardita, y principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima,
El Rosario es una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios.
Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen através del rosario, ya que fue por ella que nos llegó la salvación.
Todo cristiano puede rezar el Rosario.
Es una oración muy completa, ya que requiere del empleo simultáneo de tres potencias de la persona: física, vocal y espiritual. Las cuentas favorecen la concentración de la mente.
Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de repetir con frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo.
Si lo rezamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a llegar al Cielo.
La Santísima Virgen María en diferentes apariciones dijo:

"Quién rece mi Rosario, No se Condenará"
"Yo saco pronto del purgatorio a los devotos de mi Rosario"
"Si quieres alguna gracia, pídemelo a Mí, que soy tu Madre, con el Rosario en mano"


María intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de premiar con su ayuda. Al rezarlo, recordamos con la mente y el corazón los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de María:
Nos metemos en las escenas evangélicas: Belén, Nazaret, Jerusalén, el huerto de los Olivos, el Calvario, María al pie de la cruz, Cristo resucitado, el Cielo, todo esto pasa por nuestra mente mientras nuestros labios oran.

LETANÍAS LAURETANAS.

El Rosario no es una oración litúrgica, sino ejercicio piadoso. Las Letanías forman una parte oficial de la liturgia en cuanto que las invocaciones reciben permiso de la Santa Sede.
Se cree que su origen fue, probablemente, antes del siglo XII.
La forma actual en la que las rezamos se adoptó en el santuario mariano de Loreto, en Italia y se llama Letanía lauretana.
En 1587, el Papa Sixto V la aprobó para que la rezaran todos los cristianos. Todos los cristianos hemos recurrido a la Virgen en momentos de alegría llamándola “Causa de nuestra alegría”, en momentos de dolor diciéndole “Consoladora de los afligidos”, etc.
Podemos rezar las Letanías con devoción, con amor filial, con gozo de tener una Madre con tantos títulos y perfecciones, recibidos de Dios por su Maternidad divina y por su absoluta fidelidad. Al rezarlas, tendremos la dicha de alabar a María, de invocar su protección y de ser ayudados siempre ya que la Virgen no nos deja desamparados.

REZAR EL SANTO ROSARIO

Como se trata de una oración, lo primero que hay que hacer es saludar persignarnos y ponernos en presencia de Dios y de la Santísima Virgen.
Luego, se enuncian los misterios del día que se van a rezar y comenzamos a meditar en el primero de estos cinco misterios.
Durante la oración de cada misterio, trataremos de acompañar a Jesús y a María en aquellos momentos importantes de sus vidas.
Aprovechamos de pedirles ayuda para imitar las virtudes y cualidades que ellos tuvieron en esos momentos.

Al meditarlos frecuentemente, estas guías pasan a formar parte de nuestra conciencia, de nuestra vida. Podemos ofrecer cada misterio del rosario por una intención en particular y se puede leer una parte del Evangelio que nos hable acerca del misterio que estamos rezando.
Cada misterio consta de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías y un Gloria.

En Fátima en el año 1917, la Santísima Virgen pidió que se rezara después de cada misterio la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva la cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

Usamos nuestro rosario pasando una cuenta en cada Avemaría. Así seguimos hasta terminar con los cinco misterios.
Al terminar de rezar los quince misterios, se acostubra a reza las Letanías Lauretanas. Muy recomendada por la Iglesia y muy indulgenciada. Ya que con ella exaltamos la gloria terrenal y espiritual de la Santísima Virgen María.

LUNES Y SÁBADO

MISTERIOS GOZOSOS.


1. La Anunciación del ángel a la Virgen. Pidamos: La obediencia.

2. La Visita de la Virgen a su prima Isabel. Pidamos: Amor al prójimo.

3. El Nacimiento del Hijo de Dios. Pidamos: Desprendimiento ajeno a Dios.

4. La Presentación del niño Jesús en el templo. Pidamos: Pureza de intención.

5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo. Pidamos: Sabiduría.


MARTES Y VIERNES

MISTERIOS DOLOROSOS.


1. La Oración de Jesús en el huerto. Pidamos: Verdadero arrepentimiento de los pecados.

2. La flagelación de nuestro Señor Jesucristo. Pidamos: Espíritu de sacrificio

3. La coronación de espinas. Pidamos: Desapego a lo material

4. Jesucristo es cargado con la Cruz. Pidamos: Paciencia por mi cruz.

5. La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo. Pidamos: Generosidad con los demás.

MIERCOLES Y DOMINGOS.

MISTERIOS GLORIOSOS.


1. La Resurrección de Jesucristo. Pidamos: Fe, Esperanza y Caridad

2. La Ascensión del Señor a los Cielos. Pidamos: Deseo de ir al Cielo

3. La venida del Espíritu Santo. Pidamos: Deseo de vivir en Gracia

4. La Asunción de la Virgen a los Cielos. Pidamos: Amor a María

5. La Coronación de la Virgen en los Cielos. Pidamos: Perseverancia en amar a Dios.

JUEVES.

MISTERIOS LUMINOSOS.


1. El Bautismo de Jesús en el Jordán 2 Co 5, 21; . Mt 3, 17. Pidamos: Ser bautizados.

2. Las bodas de Caná; Jn 2, 1-12. Pidamos: La intercesión de María.

3. El anuncio del Reino de Dios Mc 1, 15; Mc 2. 3-13; Lc 47-48. Pidamos: Difundir el evangelio.

4. La Transfiguración; Lc 9, 35. Pidamos: Que Jesús moldee nuestra vida.

5. La Institución de la Eucaristía, Jn13, 1. Pidamos: Confesar y Comulgar frecuentemente.

LETANÍAS LAURETANAS DE MARÍA SANTÍSIMA.


Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios.
Santa María,
ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,
ruega por nosotros.

Santa Virgen de las vírgenes,
ruega por nosotros.

Madre de Cristo,
ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros.

Madre de la Divina Gracia,
ruega por nosotros.

Madre purísima,
ruega por nosotros.

Madre castísima,
ruega por nosotros.

Madre virginal,
ruega por nosotros.

Madre sin mancha,
ruega por nosotros.

Madre Inmaculada,
ruega por nosotros.

Madre amable,
ruega por nosotros.

Madre admirable,
ruega por nosotros.

Madre del Buen Consejo,
ruega por nosotros.

Madre del Creador,
ruega por nosotros.

Madre del Salvador,
ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros.


Virgen prudentísima,
ruega por nosotros.

Virgen digna de veneración,
ruega por nosotros.

Virgen digna de alabanza,
ruega por nosotros.

Virgen fiel,
ruega por nosotros.

Virgen poderosa,
ruega por nosotros.

Virgen clemente,
ruega por nosotros.

Espejo de justicia,
ruega por nosotros.

Trono de sabiduría,
ruega por nosotros.

Causa de nuestra alegría,
ruega por nosotros.

Templo del Espíritu Santo,
ruega por nosotros.

Honor de los pueblos,
ruega por nosotros.

Modelo de entrega a Dios,
ruega por nosotros.

Vaso espiritual,
ruega por nosotros.

Vaso de honor,
ruega por nosotros.

Vaso insigne de devoción,
ruega por nosotros.

Rosa mística,
ruega por nosotros.

Torre de David,
ruega por nosotros.

Torre de marfil,
ruega por nosotros.

Casa de oro,
ruega por nosotros.

Arca de la nueva Alianza,
ruega por nosotros.

Puerta del Cielo,
ruega por nosotros.

Estrella de la mañana,
ruega por nosotros.

Salud de los enfermos,
ruega por nosotros.

Refugio de los pecadores,
ruega por nosotros.

Consuelo de los afligidos,
ruega por nosotros.

Auxilio de los cristianos,
ruega por nosotros.

Reina de los ángeles,
ruega por nosotros.

Reina de los patriarcas,
ruega por nosotros.

Reina de los profetas,
ruega por nosotros.

Reina de los apóstoles,
ruega por nosotros.

Reina de los mártires,
ruega por nosotros.

Reina de los confesores,
ruega por nosotros.

Reina de las vírgenes,
ruega por nosotros.

Reina de todos los santos,

Reina concebida sin pecado original,
ruega por nosotros.

Reina elevada al cielo,
ruega por nosotros.

Reina del Santísimo Rosario,
ruega por nosotros.

Reina de las familias,
ruega por nosotros.

Reina de la paz,ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor JesuCristo. Amén.

Oración
Te rogamos nos concedas,Señor Dios nuestro,gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Otra oración:

Bajo tu amparo nos refugiamos Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en las necesidades antes bien, dígnate de escucharlas benignamente. Librándonos de todos los peligros Virgen Gloriosa y Bendita. Amén.














Los Papas han insistido mucho en el rezo del Santo Rosario diario a los fieles, por las abundantes gracias que se gana. Rezar el Rosario, en estado de gracia, se gana Indulgencia Plenaria; rezándolo en una Iglesia ó delante del Santísimo Sacramento. Y además debemos orar por la intenciones del Papa(un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).

Frases y Dichos.


El que dice lo que quiere, escucha lo que no quiere. (Tenecio)

Ver es creer, pero sentir es estar seguro. (John Ray)

No es pobre el que tiene poco, sino aquel que teniendo mucho todavía desea tener más.(Español)

Quien espera que los otros lo hagan feliz, no lo será jamás. Pero sí lo será quien procure hacer feliz a los otros. (San Antonio de Padua.)

Del trabajo del obrero, nace la grandeza de las naciones. (Robert Kennedy)

El amor en la vida del hombre es una cosa aparte, pero en la mujer forma toda su existencia.(Mexicano)

3 de septiembre de 2010

Misterios Luminosos.

<---Misterios Gloriosos.
Octubre mes del Rosario.--->

MISTERIOS LUMINOSOS; día Jueves.

PRIMER MISTERIO LUMINOSO:

El Bautismo de Jesús en río Jordán


Texto Bíblico: Mt 3,13-17

Entonces Jesús fue de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara.
Pero Juan quería impedirlo, diciendo:
"Soy yo el que necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?".
Jesús le respondió:
"¡Déjame ahora, pues conviene que se cumpla así la escritura!"
Entonces Juan accedió a ello.
Una vez bautizado, Jesús salió del agua;
y en esto los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y posarse sobre él.
Y se oyó una voz del cielo:
"Éste es mi hijo amado, mi predilecto".

Meditación del grupo de oración de María Reina.

Jesús comienza su misión en este mundo, el de anunciar el Reino de Dios, y lo primero que hace es bautizarse.
Juan tiene la misma edad que Jesús, y ya comenzado a allanarle el camino al Señor.
La gente acude al Bautista, le cuenta sus pecados y él los bautiza con agua, pero hay uno más grande que yo, que cuando venga los bautizará con fuego.
Y ése día llegó y Jesús se presenta ante Juan, para que lo bautize.
Juan al principio se niega, diciéndole:
Tu vienes a que yo te bautice, eres Tú el que me debes bautizar a mi.
Jesús le dice que debe bautizarlo para que se cumplan las escrituras, es mejor así.
Juan acepta y lo bautiza. Luego ve que desde el cielo se abre, y desciende una paloma sobre Jesús que es el Espíritu Santo.
Y luego una voz se oyó afirmando que Jesús es el Hijo de Dios el enviado del Padre;
"Este es mi Hijo muy amado escúchenlo".
En un instante se hizo presente la Santísima Trinidad:
El Padre con su voz, el Hijo que fue bautizado, y el Espíritu Santo en forma de paloma.
De esta forma toda la Santísima Trinidad se revela ante el mundo, cosa que antes de la venida de Jesús nunca se habían manifestado.
Sólo el Padre Celestial, dialogaba con los profetas y los justos.
Quedando ahora revelado el gran misterio Divino, que son tres personas, y un sólo Dios. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
La Iglesia Cristiana había nacido, con el bautismo de Jesús.
Todo cristiano católico ha sido bautizado, y hemos recibido la fuerza de Dios, somos una criatura nueva.
Cuántas gracias debemos darle a Jesucristo, porque somos católicos, porque tenemos más oportunidades de ir al cielo más rápido que otras religiones, porque el mismo Dios puede estar en nosotros si así lo queremos.
Pero ése precioso don, exige sacrificios; de ser buenos, de ser humildes, de rezar el Rosario de María diariamente, de ir a misa todos los domingos, de cumplir con nuestra religión, de aceptar lo que el Papa manda.
Y por sobre todo, de amar a Dios, y al prójimo como a uno mismo.

Pidamos como fruto del Rosario: que todos seamos bautizados en el Espíritu de Dios.

Recemos: un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria,
y luego la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia". Amén

SEGUNDO MISTERIO LUMINOSO:

El milagro de Jesús en la bodas de Caná


Texto Bíblico: Jn 2,1-11

Hubo una boda en Caná de Galilea, en la que fueron invitados, María la Madre de Jesús, el mismo Jesús y sus discípulos. Se terminó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
"No tienen vino". Jesús le contestó:
"¿A ti y a mí qué, mujer? Mi hora todavía no ha llegado".
Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que él os diga".
Había allí seis tinajas de piedra de unos cien litros cada una para los ritos de purificación de los judíos. Jesús les dijo:
"Llenad de agua las tinajas". Y las llenaron hasta arriba.
Añadió:
"Sacad ahora y llevádselo al maestresala". Y se lo llevaron.
Tan pronto como el maestresala probó el agua convertida en vino (sin saber de dónde era, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua),
llamó al novio y le dijo:
"Todos sirven primero el vino mejor; y cuando se ha bebido en abundancia, el peor. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora".
Así, en Caná de Galilea, Jesús comenzó sus milagros, manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Meditación del grupo de oración de María Reina.

Jesús y María habían sido invitados a una boda, este tipo de fiesta generalmente duraba varios días, donde se comía, se tomaba vino, y había baile.
La boda era un acontecimiento muy importante entre los Judíos, ya que con el casamiento llegaban los hijos, y por sobre todo el primer hijo "varón" que era el que continuaba con los ritos y según la tradición era también el primer hijo quién rezaba por su padre y éste tenía quién rezara por él.
Por eso el primer hijo varón era muy importante entre los judíos y por consiguiente era muy importante el casamiento.
Después de tanto comer y beber, se había terminado el vino, María sabiendo que Jesús tenía poder para hacer milagros, ya Ella durante toda la vida de Jesús habrá visto más de un milagro realizado por su Hijo, y confiando en que sería escuchada, le pide que hago el milagro.
De transformar el agua en vino.
En la primera frase, Jesús se niega al principio, un poco reprochándole que no es asunto suyo si se quedaron sin la principal bebida, el vino.
¿y a mí y a tí qué, mujer?. Una frase un poco despreocupada: ¡y a nosotros que nos importa si no tienen más vino, que se preocupen ellos!
Y en la segunda frase le afirma diciendo que no es tiempo todavía para que Él actúe como Dios, cuando le dice a María:
"Mi hora aún no ha llegado". Es algo así como; No es hora todavía que yo me revele como Dios ante el mundo.
Aún así accede a su pedido y vemos que Jesús obedece a su Madre. Por eso siempre debemos pedirle a Jesús através de María y de seguro nos escuchará
Los sirvientes llenan las vasijas de agua tal cual les dice María. Y ocurre las más milagrosa de las transformaciones.
Tanto es así que el maestresala lo prueba y que admirado, y llama al novio y se lo comenta:
"Todos sirven primero el vino mejor; y cuando se ha bebido en abundancia, el peor. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora".
Jesús demuestra que cuando el hombre confía el El, se pueden hacer cosas enormes, la fe mueve montañas y Jesús puede hacer mucho más que mover montañas.
Este fue el primer milagro de realizó Jesús y así manifestó su gloria.
Y dice también la escritura que los discípulos creyeron el El.
Este hecho milagroso, hizo que sus seguidores, los discípulos, afirmen su fe en El, y que crean que Jesús es "Dios", y es el enviado del Padre.
Y que el Padre está en Jesús, y Jesús en el Padre, ya que sino fuera así, no tendría poder para hacer lo que hace, convertir el agua en vino.
¿Quién puede realizar este milagro, si Dios no está en el?
Nadie. Y Jesús lo realizó, por lo tanto, Jesús está en Dios!

Pidamos como fruto del rosario: El poder para realizar todo el bien a nuestro alcance.

Recemos: un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria,

y luego la siguiente oración:
"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia". Amén.

TERCER MISTERIO LUMINOSO:

El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión


Texto Bíblico: Mc 1,14-15

Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios; y decía:
"Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca.
Arrepentíos y creed en el evangelio".





Meditación del grupo de oración de María Reina.

Para Jesucristo, el anuncio del Reino es muy importante en su predicación y es su vida, y a ello le dedica los tres años que predicación.
El Reino que Él anuncia viene del mismo Dios, es luz, salvación, paz, vida eterna, reconciliación.
Es un reino que no tenemos que esperar, la muerte para poderlo ver, porque el Reino comienza cada día, y es un reino que está dentro de cada ser humano.

En sus parábolas, pronunciadas tantas veces, Cristo va mostrando las características del Reino al que todos nosotros hemos sido invitados desde nuestro bautismo.
Los hombres de su tiempo entendían sus parábolas, porque Cristo hablaba de la misma forma que los profetas y que la gente conocía, pero dándoles una profundidad y un alcance, que no soñaron ni los profetas mismos.

El reino hace hincapié, en la conversión, cambiar de vida, de actitud, de pensamiento, y por sobre todo, amar a Dios y al prójimo como a uno mismo.
Es dejar de lado los egoísmos, y darnos con el hermano necesitado.
Dejar el camino fácil, el camino ancho, por donde van miles y se encaminan a la perdición eterna, por el angosto, que es difícil, pero que al final tiene su premio, la vida eterna.
La conversión que Dios quiere es el amor al prójimo, el amor a la vida, el sacrificio por los demás, el desear siempre el bien, aun cuando todo parezca perdido e inútil.
No es fácil, ya que el mundo y luces nos distraen, y hacen que se pierda lo más valioso, la eternidad.
Pero tenemos a María, nuestra del Cielo, ella nos ayudará si lo queremos.
Y a Jesús, que nos espero siempre, no importa la carga que llevemos, y El vive para nosotros y se queda con nosotros hasta el fín del mundo, como lo ha dicho.

Pidamos como fruto del rosario: La gracia de anunciar el evangelio a toda criatura.

Recemos: un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria,

y luego la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia". Amén.

CUARTO MISTERIO LUMINOSO:

La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.


Texto Bíblico: Lc 9,28-35

Unos ocho días después Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y Santiago y los llevó al monte a orar.
Mientras él oraba, cambió el aspecto de su rostro y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandeciente. Dos hombres, de improviso, se pusieron a hablar con él. Eran Moisés y Elías, que aparecieron con un resplandor glorioso y hablaban con él de su muerte, que iba a tener lugar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero lograron mantenerse despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.

Cuando éstos se alejaban de Jesús, Pedro dijo:
"Maestro, ¡qué bien se está aquí! Hagamos tres tiendas:
una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
No sabía lo que decía.
Mientras él estaba diciendo esto, vino una nube y los cubrió. Al entrar en la nube, los discípulos se asustaron.
Y una voz desde la nube dijo:
"Éste es mi hijo, el elegido, escuchadlo"

Meditación del grupo de oración de María Reina.

En la Transfiguración, los apóstoles se dieron cuenta que en Cristo verdaderamente "habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad".
Jesús les permite ver todo esto antes de la Crucifixión, a fin de que ellos sepan quién es el que sufrirá por ellos.
Es Jesús Dios, que ha tomado un cuerpo humano, y que padecerá por toda la humanidad pecadora. Pecados presentes, pecados pasados y futuros.
Y que entiendan que en la transfiguración, Jesús se manifiesta como lo que es, "Dios", que tiene Poder igual al Padre.
Y a su vez saber lo que Dios ha preparado para aquellos que le aman.
Compartir toda la eternidad con Jesús Todopoderoso, y habitar dónde El habita, en el Cielo.
Esto es lo que la Iglesia celebra en la fiesta de la Transfiguración.

Dos personas muy famosas del Antiguo Testamento. Moisés en nombre de la Ley, y Elías en nombre de los profetas, se aparecen junto a Jesús, y respaldan lo que hace el Señor y dan testimonio de que Jesús es Dios, y con ésto, proclamar que El es el enviado de Dios para salvar al mundo.

Es un elogio hermosísimo hecho por el Padre Dios, acerca de Jesucristo.
Es su Hijo Unico. Es amadísimo por Dios, y es preferido por El a todos los demás seres que existen.
Por eso pide que lo escuchen, ya tiene palabras de vida eterna. El es la luz del mundo, el que lo sigue no andará en tinieblas.
El es el camino, la verdad y la vida. El los llevará a la Felicidad Eterna.
En la transfiguración es un anticipo de cómo Jesús nos transfigurará a nosotros también, cuando llegue nuestra muerte y si vamos al Cielo.
Con un cuerpo nuevo, y alma tan limpia y cristalina, así no transfigurará el Señor Jesús en un abrir y cerrar de ojos; seremos transformados.
Un buen ejemplo es María Santísima en Lourdes, Fátima, Medjugorje, que se aparece, siempre radiante, joven, bellísima.
Ella ha sido transformada por Jesús, y así permanecerá para siempre, junto a Jesús para toda la eternidad!.

Pidamos como fruto del rosario: Qué Dios transforme nuestra vida en bien de los demás.

Recemos: un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria,

y luego la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia". Amén.

QUINTO MISTERIO LUMINOSO:

La institución de la Eucaristía.


Texto Bíblico: Mc 14,22-24

Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a su discípulos diciendo:
"Tomad, y comed porque esto es mi cuerpo".
Después tomó un cáliz, dio gracias, se lo pasó a ellos y bebieron de él todos.
Y les dijo:
"Ésta es mi sangre, la sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos".
Siempre que comáis y bebáis esto hacedlo en memoria mía.

Meditación del grupo de oración de María Reina.

Eucaristía: de origen griego "Eukharistia", significa "acción de gracias".
Esta palabra recuerda las bendiciones judías que proclaman las obras de Dios:
la creación, la redención, la santificación.

El carácter de sacrificio de la Eucaristía se halla claramente indicado en las palabras que Jesús pronunció sobre el cáliz, según el evangelio de Mateo:
"Esta es mi sangre, la sangre de la alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados"
Esta frase evoca el relato en el que Moisés rocía con sangre del sacrificio del Sinaí al pueblo, al tiempo que dice:
"Esta es la sangre de la Alianza que el Señor ha hecho con vosotros"

Cuando Jesús instituyó la Eucaristía tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a los discípulos diciendo: "Tomad, comed, esto es mi cuerpo".
En esta frase sorprende el realismo con que se identifica al sujeto "esto" (el pan) con el predicado "mi cuerpo" (la persona de Jesús).
Las palabras de Jesús no dejan lugar a dudas. No se trata de una comparación:
esto es como mi cuerpo, sino de una afirmación real esto es mi cuerpo.
Son signos simbólicos reales de la presencia real y de la entrega personal de Jesucristo.
En los signos sensibles de pan y de vino, se hace presente realmente Jesucristo, que se entrega por nosotros.

El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía "En verdad, en verdad os digo:
si no coméis la carde del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros".
Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia:
"Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
Examínese, pues cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz.
"Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo"
(1 Cor 11, 27-29)
Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación, es decir confesar sus pecados a un sacerdote, antes de acercarse a comulgar.

La Iglesia obliga a los fieles a participar los domingos y días de fiesta en la divina liturgia y a recibir al menos una vez al año la Eucaristía, si es posible en tiempo pascual.
Pero también la Iglesia recomienda vivamente a los fieles a recibir la santa Eucaristía los domingos y los días de fiesta, o con más frecuencia aún, incluso todos los días.
Recordemos que en el cuerpo de Cristo se encuentra la sangre de Cristo, la cual, es beneficioso y muy valioso, para los males de carne, los males sensuales, la pensamientos malignos, y la pereza espiritual de rezar.
Ya que comulgando bien, los enfrentamos mejor y ahuyentamos todos éstos males, tan de moda en todos los tiempos.

Pidamos como fruto del rosario: La gracia de hacer una buena confesión y comunión.

Recemos: un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria,

y luego la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia". Amén.



RECEMOS TODOS LOS DÍAS EL SANTO ROSARIO:

MISTERIOS LUMINOSOS.




FRUTOS ESPIRITUALES DE LA SAGRADA COMUNIÓN

Acrecienta la unión con Cristo:

"quién come mi Carne y bebe mi Sangre, habita en mí y yo en él" (Jn 6,56.

Fortalece el Espíritu:

Lo que el alimento material produce en la vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en la vida espiritual.
La comunión conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo.

Separa del pecado:

como el alimento sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana, tiene a debilitarse, y esta caridad vivificada borra los pecados veniales.
Cuanto más se participa en la vida de Cristo y más se progresa en su amistad, tanto más difícil será romper con él por el pecado mortal.

Entraña un compromiso a favor de los demás:

para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregado por nosotros, debemos reconocer a Cristo en el prójimo, sobre todo en los más pobres y necesitados.

Fortalece la unidad del Cuerpo místico:

La Eucaristía hace a la Iglesia. Los que reciben la Eucaristía se unen más estrechamente a Cristo, por ello mismo, Cristo los une a todos los fieles en un solo cuerpo que es la iglesia.
La Comunión renueva, fortifica y profundiza la incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.

Nos hace partícipes del Reino de Dios.

Cada vez que comulgamos, Dios nos inunda de sus gracias santificantes, nos fortalece contra todos los males de este mundo, y nos hace desear lo bienes del Cielo.

La Comunión es el Pan de los Ángeles.

Es el Pan que los Ángeles en el Cielo estiman tanto, y desean alimentarse de Él todos los días y por toda la eternidad. Nada es más grato y beneficioso para los Ángeles que el Cuerpo de Cristo.

Ahuyenta a los demonios.

Al igual que la Preciosísima Sangre de Jesús, el Cuerpo Sagrado de Cristo ahuyenta a los demonios de nuestra vida, quienes quieren la perdición eterna de nuestra alma.

Frases y Dichos


Quien ayuda a salvar un alma, salva la suya.(San Alfonzo María de Ligorio.

No te fies de la máscara de quien te muestra el rostro demasiado descubierto.(F. Pananti)

Bigamia es tener una esposa de más, monogamia es lo mismo.(Oscar Wilde)

El fracaso es la oportunidad de comenzar nuevamente de manera inteligente.(Venezolano)

No hay árbol que el viento no haya sacudido.(Peruano)

Si los que hablan mal de mí, supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, aún hablarían peor.(S. Guitry)

El sabio sabe que no lo sabe todo.(Confusio)

2 de septiembre de 2010

Misterios Gloriosos.

<---Misterios Dolorosos.
Misterios Luminosos.--->


MISTERIOS GLORIOSOS; los días Miércoles y Domingos.

TRIPLE SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Señor, abre mis labios y mi boca proclamará tu alabanza.
Señor, ven pronto en mi auxilio, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. Amén.

La mejor manera de prepararnos para rezar es empezar reconociendo nuestros pecados.
Por eso vamos a decir:

Acto penitencial.

Yo confieso ante Dios Padre todopoderoso,
y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa , por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor. Amén.

O bien rezamos el:

Pésame.

Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el infierno que merecí,
y por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Se acostumbra a rezar la tercera parte del Santo Rosario, es decir 5 decenas, es muy conveniente practicar la piadosa costumbre de aplicar una intención a cada decena.

Por ejemplo: por el Papa, por la paz del mundo, por las vocaciones eclesiásticas y la santificación de los sacerdotes, por las misiones, por los enfermos o por alguna necesidad en particular, por la conversión de alguna persona, por la unión de la Iglesia (Ecumenismo), para pedir trabajo, salud, bienestar.

PRIMER MISTERIO GLORIOSO;

La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.



Texto Bíblico; Mt 28,1-7

Pasado el sábado, al comenzar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro.
De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella.
Su aspecto era como de un rayo, y su vestido blanco como la nieve.
Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: "No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
No está aquí. Ha resucitado, como lo había dicho.
Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea.
Allí le veréis. Ya os lo he dicho".

Meditación del Padre Celso Mejido Diaz Misionero del Sagrado Corazón

El cuerpo muerto de Jesús fue puesto en un sepulcro nuevo, prestado por un amigo.
Su alma voló a visitar las almas de los justos, que esperaban, con su santo advenimiento, el rescate. Es cuerpo inmaculado era incorruptible. No podía permanecer enterrado.
Una transformación gloriosa se manifestó al tercer día.
Se reviste de luz y de claridad. La resurrección fue anunciada con una ruidosa sacudida de toda la tierra.
Y hubo espanto en los guardias que cuidaban la sepultura de Jesús, y al mismo tiempo hubo rugidos desesperados de las furias infernales, resurrección de muertos, visitas de Jesús con su cuerpo glorioso a amigos, y confusión y terror entre sus enemigos.
Tales fueron los hechos culminantes de aquel amanecer de la nueva Pascua.
El Corazón de su Madre quedó lleno de satisfacción y alegría.
Después de los dolores que padeció, vino la dicha.
María Magdalena con otras piadosas mujeres, llevadas por el afecto y cariño, habían corrido al sepulcro.
Encontrándolo vacío, la lápida estaba corrida y un ángel les dice que la Resurrección es un hecho.
Igual revisan el sepulcro. Al salir se encuentran con Jesús resucitado. Se arrojan a sus pies.
Así pagó el Señor a las mujeres que lo buscaban, las llenó de alegría.
El día de la Resurrección es en verdad, el "DÍA DEL SEÑOR".
Cristo resucitó por su propia virtud. Este hecho alumbra todos los misterios de nuestra religión y la hace divina.

No seamos tibios e incrédulos. Recordemos la palabras de Jesús al apóstol Tomás:
"Porque me has visto, has creído, bienaventurados los que crean sin haberme visto".
El que es fiel a la fe cristiana contemplará las grandezas prometidas por Jesús a sus seguidores y descubrirá los secretos inefables, que ignoran los sabios según el mundo.
Al meditar la gloriosa resurrección de Jesús, recordemos que en el Santo Bautismo, el Señor ha infundido en nuestra alma una nueva vida.

Si por culpa de haber pecado, hemos perdido es estado de gracia, es Jesús quien nos hará renacer a la vida, mediante el sacramento de la Penitencia.
Pidamos al Corazón de María salir del pecado para buscar los bienes perdurables.

Pidamos como fruto del rosario: Recibir con mayor frecuencia los Santos Sacramentos.

Recemos: Un Padrenuestro, diez Avemaría y un Gloria;
y la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO:

La ascención de nuestro Señor Jesucristo a los Cielos.



Texto Bíblico; He 1,9-11)

Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocultó a su vista.
Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se iba, cuando se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
"Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este Jesús que acaba de subir al cielo volverá tal como lo habéis visto irse al cielo".

Meditación del Padre Celso Mejido Diaz Misionero del Sagrado Corazón

Jesús resucitado continuo cuarenta días en íntima familiaridad con su Madre Santa, y con su apóstoles, discípulos y simpatizantes.
Permaneció en esta tierra con su cuerpo glorioso durante ése tiempo.
Les instruye sobre la organización de la Iglesia.
Jesús le dice; que tendrán la misma potestad que el Padre Eterno le concede a El; administrar la gracia divina.
Cuarenta días después de la Pascua de resurrección, estando los apóstoles con Jesús en el monte de los Olivos lo vieron elevarse y perderse tras una nube que lo ocultó a sus miradas.
Pero aun después que el Señor había desaparecido, los apóstoles permanecieron largo rato con los ojos fijos en el cielo.
Nosotros también debemos fijar nuestro corazón en las alturas y pensando en el premio que nos espera, hacer con alegría los sacrificios que Jesús nos pide.
El mismo lugar de la agonía y del sudor de sangre será escenario de su exaltación.
Con ternura se despide de su Madre, de sus discípulos y de los que creen en El impartiéndole la bendición.
Y entra triunfante en la ciudad eterna de los cielos después de haber vencido a la muerte, salvado a los hombres y reparado las ofensas hechas a la Trinidad Santísima.
Adoremos, postrados, este misterio de la glorificación de Dios, en silencio pensemos en la Divinidad que ahora tiene Jesús en el Cielo.
La gracia divina, que santifica a las persona, nos endereza de las torcidas inclinaciones contraídas con el pecado de Adán.
El mundo ejerce fuertes atractivos, el demonio ataca con frecuencia al cristiano que quiere estar en gracia de Dios, y la carne llama con más frecuencia.
Para resistir y vencer disponemos de la gracia de Dios.
Hay que prestarle atención. La virtud es también producto de nuestro esfuerzo.
Consiste en la repetición de actos buenos, el rezo del rosario diario, y por sobretodo el amor a Dios y al prójimo en los hermanos más necesitados.
Pero como la naturaleza humana triunfó en la Persona de Cristo, alcanzaremos la victoria completa, ya que jamás nos faltará la gracia necesaria.

"Todo lo podemos en Aquél que nos reconforta". Lo aseguró San Pablo. La virgen María permaneció en la tierra, alentando los primeros pasos de la Iglesia Cristiana. La Iglesia pasos sus primeros pasos bajo la mirada Maternal de María.
María es nuestra Madre Espiritual.
San Dionisio Aeropagita dijo de María; "Diría que es la misma Divinidad, ya que es cierto que la Divinidad es una".
María continúa con su presencia hasta el presente, lo confirman el Mesaje de Fátima, Lourdes, y las lágrimas de Siracusa. Y perpetuará hasta el fin del mundo.
Pidamos como fruto del rosario: La virtud de la esperanza de ir al Cielo.

Recemos: Un Padrenuestro, diez Avemaría y un Gloria,

y la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

TERCER MISTERIO GLORIOSO;

La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los apóstoles.



Texto Bíblico; He 2,1-4

Al llegar el día de pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.
De repente un ruido del cielo, como de viento impetuoso, llenó toda la casa donde estaban.
Se les aparecieron como lenguas de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les permitía expresarse.


Meditación del Padre Celso Mejido Diaz Misionero del Sagrado Corazón

Consagración de la religión cristiana fue la venida del Espíritu Santo.
Precedida por la Santísima Virgen, estaban los apóstoles y demás seguidores de Cristo, retirados en un cenáculo de Jerusalén orando, meditando, y haciendo penitencia, cuando bajó sobre ellos el suave rocío de la gracia del Espíritu Santo.

Unción y consagración de la naciente Iglesia que se santificó con éste hecho extraordinario.
Puesto que el primer pecado había desterrado de la creación al Espíritu de Dios,
toda criatura había tenido su inicial unción.
El pecado había traído el desorden, el trastorno, la enemistad.
La venida de Jesús al mundo tuvo por objeto introducir en él el mismo Espíritu de Dios, que le había abandonado al volverse la humanidad perdida por el pecado.

El espíritu busca el espíritu, y no reposa en carne corrompida y pecadora.
De una manera solemne debía expresarse el retorno del Espíritu de Dios.
La iglesia naciente reunida en el cenáculo y precedida por la Virgen María, aspiraba con vehementes deseos, con fuertes anhelos e intensas oraciones.
Este esfuerzo personal, esta colaboración a la gracia, precipitó la venida del Espíritu Santo.
No olvidemos que la oración de los discípulos de Jesús, unida a la de María Santísima atrajo y aceleró la venida del Espíritu Santo.

Si desapareciera del mundo el espíritu de oración, también huiría de la tierra el Espíritu de Dios.
Antes de recibir el Espíritu Santo, los apóstoles estaban llenos de temor y no osaban hablar de Jesús, después de recibirle se lanzaron a la conquista de la almas y difundieron el evangelio por todo el mundo.
Si nosotros también queremos atraer almas a Jesús, invoquemos a menudo el auxilio de la Tercera Persona de Santisíma Trinidad.

Pidamos como fruto del rosario: La devoción al Espíritu Santo.

Recemos: Un Padrenuestro, diez Avemaría y un Gloria.
y la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

CUARTO MISTERIO GLORIOSO;

La asunción de María Santísima en Cuerpo y Alma a los Cielos.



Textos Bíblicos.

"Toda espléndida, la hija del rey"
(Sal 45, 14)
"Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
(Ap 11, 19-12,1).
"Más impresionante que un ejército ordenado para la batalla".
(Apocalipsis, 12)
Desde ahora me llamarán Bienaventurada todas las generaciones, porque el Todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes.(Lc 1,48-49)

Meditación del Padre Celso Mejido Diaz Misionero del Sagrado Corazón

El fin de maría fue glorioso. Así correspondía a su vida santísima.
Siempre, pero sobe todo después de la Ascensión de su Hijo, mantenía Ella fervorosa conversación con el cielo.
Su alma era como un fuego, encendido por el amor de Dios.
Experimentaba el alejamiento de la patria celestial, pero Dios le prolongó el destierro para que fuera consuelo, guía y maestra de los primeros padres de nuestra santa fe.
María es modelo de madre como esposa laboriosa y amiga de su casa, en los últimos años de su vida se convirtió en fortaleza y auxilio de las viudas.

Al llegar la hora de la feliz dormición de la muerte, se juntaron los apóstoles y los discípulos, venidos de todos los rincones del mundo, la rodean emocionados, oyen conmovidos su palabras, reciben su bendición y llenos de dulces afectos y lamentos, la despiden.
No quiso el Señor que el cuerpo purísimo de su Madre conociera la corrupción,
ya que este hecho corresponde al pecado original, y María fue concebida sin pecado original.
Fue llevada en cuerpo y alma a los cielos por virtud todopoderosa.
Angeles y santos formaron su cortejo, música y conciertos sobrenaturales la acompañaron a las eternas moradas.
la fiesta de la Asunción fue llamada Pascua Mariana.
Es la más solenme, es el gran apogeo de su gloria. Todos los demás pasos se encaminan a este triunfo.
Contemplemos su Corazón radiente de gloria.
Admirémosla, felicitémosla, y amémosla con toda la corte celestial.
Pensemos en nuestra muerte, ayudados por la Virgen María llegaremos al Cielo.
Vivamos como Ella, imitando sus virtudes, entre ellas la pureza.

La muerte de los santos es preciosa. Hagámosnos santos.
El Rosario nos hace rogar a la que es abogada de las causa difíciles y desesperadas para que nos asista ahora y en la hora de nuestra muerte.
Su Inmculado Corazón se deja ablandar con nuestras plegarias.
¡Es toda Misericordia!
Pidámosle a la Santísima Virgen que nos ayude a conservar nuestra alma en la mayor pureza posible, a fin de merecer un día la gracia de ir al con Ella al Paraíso.

Pidamos como fruto del rosario: La virtud de la pureza.

Recemos: Un Padrenuestro, diez Avemaría y un Gloria,
y la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

QUINTO MISTERIO GLORIOSO;

La coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado.



Texto Bíblico. Judith 15, 9-10

¡Tú eres el orgullo de Jerusalén, la mayor gloria de Israel, el más grande honor de nuestra nación!... el Señor te ha mostrado su favor. ¡Que el Señor todopoderoso te bendiga eternamente!






Meditación del Padre Celso Mejido Diaz Misionero del Sagrado Corazón

La Iglesia nos pinta la gloria de la Virgen María como la de una Señora y Reina, vestida de sol, coronada de estrella, y que tiene la luna en sus pies.
Quiere decir que se halla revestida de virtud y excelencia de la gracia divina, de los resplandores de su gloria, de la magnificencia de su virtud y de la fuerza de su poder.
Dios que la asoció a todas las grandes y dolorosas acontecimientos de la Encarnación, Vida, Pasión y Muerte de su Hijo, quiso hacerla partícipe de su gloria y del soberano dominio de toda lo creado.

Es Reina de todo lo creado, no por derecho propio, sino por su enlace misterioso, profundo, íntimo y eterno con el Rey de reyes y Señor de los que dominan.
Todas las criaturas del cielo y de la tierra deben reconocer esa soberanía.
Resistirse sería condenarse.
Significaría ir en contra de la voluntad de Dios.
Nuestra Madre ha sido exaltada a Reina, porque se ha sumido en una humildad y una entrega total a Dios.
Se proclamó la esclava del Señor, ésta "humildad" es la principal virtud de la gloria cristiana.
La Santísima Virgen es Reina de todo lo creado y ante Ella se inclinan cielos y tierra.
Confiemos en su poder y llegaremos a vencer las tentaciones.
Y a alcanzar el premio eterno.
Formemos el propósito de realizar una tierna y filial devoción a María Santísima, procurando imitarla en su pureza, humildad y caridad.
No olvidemos que si María es Reina, nosotros somos sus súbditos.

El corazón impuro es incapaz de sentir el virginal amor de María, de la misma forma el sol no se refleja en un espejo empañado.
El amor espiritual y celestial no se reflejan en los corazones que viven en la sensualidad y las vanidades.
Demósle a Nuestra Reina y Señora nuestros piadosos afectos, nuestros sentimientos respetuosos y nuestro cariño de verdaderos hijos.
El mejor tributo que podemos darle es el arrepentimiento sincero de nuestros pecados e imperfecciones.
Nuestra Madre y Reina gusta de tres virtudes tan querido por Dios Nuestro Señor:
La pureza, la humildad y la castidad.
Pero las más apreciada de todas es la ¡HUMILDAD!
Según Ella mismo lo dijo a Sor Faustina Kowalska apóstol de la Divina Misericordia;

Deseo que te ejercites en las tres virtudes que me son más gratas que todas las otras, y son predilectas de Dios.
La primera de estas virtudes es la Humildad, la Humildad, y lo vuelvo aún a repetir la ¡HUMILDAD!.
La segunda es la pureza, y
la tercera el amor a Dios".


Nuestra Reina nos pide éstas tres virtudes, con ellas debemos vestirnos en vida y permanecer revestidos con ellas hasta la hora de nuestra muerte!.

Pidamos como fruto del rosario: La verdadera y filial devoción a María y la gracia de imitar fielmente sus virtudes.

Recemos: Un Padrenuestro, diez Avemaría y un Gloria,
y la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestras pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

RECEMOS TODOS LOS DÍAS EL SANTO ROSARIO:

MISTERIOS GLORIOSOS.




Frases y Dichos


El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.(Gracián)

Lo peor que hacen los malos es hacernos dudar de los buenos.(Benavente)

El éxito es una escalera por la que no se puede subir con las manos en los bolsillos.(Estadounidense)

Me horroriza, no tanto la maldad de los malos, sino la indiferencia de la gente buena.(Luther King)

Quien discute puede ganar un pensamiento, pero quien calla oportunamente gana una eternidad.(Latino)

Si no puedes hacerlo todo, haz lo que puedas, pero se compasivo con los demás. Da el ejemplo.(Madre Teresa)

No permitas que tus pies vayan por delante de tus zapatos.(Escocés)

3 de agosto de 2010

Misterios Dolorosos.

Misterios Gloriosos.--->
<---Misterios Gozosos.


TRIPLE SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Señor, abre mis labios y mi boca proclamará tu alabanza.
Señor, ven pronto en mi auxilio, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. Amén.

La mejor manera de prepararnos para rezar es empezar reconociendo nuestros pecados.
Por eso vamos a decir:

Acto penitencial.

Yo confieso ante Dios Padre todopoderoso,
y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa , por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor. Amén.

O bien rezamos el:

Pésame.

Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el infierno que merecí,
y por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Se acostumbra a rezar la tercera parte del Santo Rosario, es decir 5 decenas, es muy conveniente practicar la piadosa costumbre de aplicar una intención a cada decena.

Por ejemplo: por el Papa, por la paz del mundo, por las vocaciones eclesiásticas y la santificación de los sacerdotes, por las misiones, por los enfermos o por alguna necesidad en particular, por la conversión de alguna persona, por la unión de la Iglesia (Ecumenismo), para pedir trabajo, salud, bienestar.

MISTERIOS DOLOROSOS; los días Martes y Viernes.

PRIMER MISTERIO DOLOROSO:

La Agonia de Jesús en el huerto de los olivos.


Texto Bíblico: Mt. 26, 36-39

Jesús llegó con su discípulos, según su costumbre, al monte de los Olivos. Y se dirigió a una quinta. Pedro, Santiago y Juan se distanciaron del resto y se pusieron a rezar. Jesús se adelantó un poco más y les dijo:

"Orad para no caer en la tentación".

Él se apartó de ellos como un tiro de piedra, se arrodilló y se puso a orar. Comenzó a sentir temor y le sobrevino una gran angustia. Rezaba diciendo:

"Padre mío, si quieres, aleja de mí esta cruz tan pesada, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".

Y sumido en angustia, insistía con la misma oración. Y se le apareció un ángel del cielo reconfortándolo.
Luego entró en agonía, y oraba más intensamente; y volvía a repetir la misma oración. Sudaba como gotas de sangre, que corrían por el suelo.

Meditación por el Padre Celso Mejido Diaz.

Larga y fervorosa fue la preparación de Jesús para la Pasión. Busca lugar apartado y solitario.

Tres testigos van a acompañar en su pre-agonía:
Pedro, el escogido para fundar su Iglesia;
Juan y Santiago, los hijos del trueno, que debían observar todo y así propagar el santo Evangelio. Los demás discípulos quedaron lejos.
Pensando en todos los pecados que se han cometido, se cometen y se cometerán en el mundo Jesús suda sangre.
Y pide a los apóstoles que unan a su oración.
Los apóstoles se duermen y los dejan solo. Jesús más angustiado todavía les dice:

¿No habéis podido rezar ni siquiera una hora conmigo?

Jesús les enseña que:
"las flaqueza de la carne se corrige con la oración".
La cual, es poderosa y verdadera garantía de salir ganadores en los peligros.

Jesús se siente muy triste y angustiado por el desamparo divino y humano. Carga con el peso de tantos pecados que tiene la humanidad desde Adán hasta la llegada de Jesucristo.
Más que los tormentos físicos, le duele la incomprensión, la sequedad, la tibieza, y la ingratitud de tantas almas, que tendrá que soportar en su cuerpo.
Ve el Corazón de su Inocente Madre que está a su lado, participando en el duro sacrificio de la expiación de tantos pecados.

Ante el peligro los discípulos huyen, Jesús se queda solo, soportando la burlas, las risas, y los insultos de sus perseguidores.
Su Sacrosanto Corazón derrama sudor y sangre para la salvación de todos.
Se entrega en manos de sus enemigos.
"Ha llegado su hora, la hora para la salvación de la humanidad".
Consolemos a Jesús con nuestras plegarias y unámonos en espíritu a su dolorosa oración en el Huerto de los Olivos.

Pidamos como fruto del Rosario: El dolor de los pecados.

Rezar un Padre nuestro, diez Avemarías, y un Gloria.
Y luego:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO:

La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.


Texto Bíblico: Jn. 18-36


Y Pilato le dijo:
-Pero, entonces, ¿eres tú rey?
Jesús le contestó :
- Tú lo has dicho, "Yo Soy Rey". Tengo por misión ser
testigo de la verdad, para eso nací y vine al mundo. Todo
el que está de parte de la verdad escucha mi voz.
Pilato le dijo:
-¿Qué es eso de la "verdad"?
Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los dirigentes
judíos y les dijo:
-Yo no encuentro ningún cargo contra él . Por cierto, es
costumbre suya que por la Pascua les ponga en libertad
a un preso. ¿Quieres que suelte al rey de los judíos?
Volvieron a Gritar:
- A ése no, a Barrabás.
( Y Barrabás era un bandido)
Entonces Pilato se lavó las manos y mandó azotar a Jesús.

Meditación por el Padre Celso Mejido Diaz.

El cobarde de Pilatos está convencido de la inocencia de Jesús.
No tiene valor para declararle libre de castigo.
Pilato teme perder el puesto, para calmar al pueblo, decide azotar a Jesús, como un esclavo rebelde.
Jesús como inocente cordero, se entrega manso a las órdenes de Pilato.

Siglos antes el profeta Isaías anunciaba que Jesús sufriría como Varón de Dolores. Pues bien por sus llagas hemos sido sanados todos.
Al contemplar estas escenas decía Santa Teresa de Jesús:
"¡No más pecados, no más pecados, que tanta sangre cuestan a mi Dios!".
Tratemos de vivir una vida cristiana consagrada, al ejercicio de las virtudes.

Aprendamos como principal virtud, la del silencio.
Sufrir callados, resignados.
Añadir la paciencia, qué todo lo alcanza. Así corregiremos la naturaleza humana, que se pierde por el amor desordenado, al goce, al aplauso, a las cosas efímeras, a la vanidad.
Las virtudes son accesibles a todos los quieran adquirirlas, mediante la gracia divina.
Con el ejemplo de Cristo azotado, debemos aprender a sufrir por amor a El, aunque nos cueste, y mejor si lo hacemos en unión a la Virgen Santísima, que experimentó en su alma todos los dolores de Jesús.

Recordemos que Jesús fue flagelado, hasta que su cuerpo se cubrió de llagas y de sangre.
Para reparar esos azotes ofrezcamos a Jesús pequeñas mortificaciones, privarse de fumar, de comer de más, de tomar alcohol, de visitar lugares que atentan contra la pureza.
Cada sacrificio le compensará por cada uno de los golpes recibidos y fortalecerá nuestra alma contra las tentaciones del demonio.
Por eso en el Corazón de María, resonaron todos los golpes que sufrió Jesús,
sin embargo no hay venganza en la Madre de Dios.
Antes bien, pide, suplica perdón, reconciliación y arrepentimiento en favor de los enemigos.

Rezar un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria.
y luego:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".


TERCER MISTERIO DOLOROSO:

La coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo.


Texto Bíblico: Mt. 27, 27-30




"Los soldados romanos llevaron a Jesús al palacio del gobernador y reunieron a toda la tropa en torno a El. Le quitaron sus vestidos, le colocaron una capa de soldado color rojo. Trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y en la mano derecha una caña; se acercaban a El, se burlaban, y le decían:
"¡Viva el rey de los judíos!"
Y le daban bofetadas, le escupían en la cara, y quitándole la caña, le pegaban en la cabeza".


Meditación por el Padre Celso Mejido Diaz.

Los enemigos Cristo demuestran todo su odio en el tormento que padece Jesús.
Jesús es Rey de Reyes y Señor de Señores, sin embargo soporta, burlas, desprecios, escupidas, golpes, risas hacia a su persona, y toda la maldad del ser humano.

En estas escenas tremendas tenemos que ver nuestros propias pecados, cuando quebrantamos y despreciamos la voluntad de Dios.
Lo que los verdugos hicieron en el cuerpo de Cristo, lo practicamos nosotros cuando, no cumplimos con los mandamientos de Dios.
Viendo a Jesús coronado de espinas, sino sentimos deseos de mitigar esos dolores, es porque aún no hemos estrechado una amistad íntima con Jesús.
No hemos tenido una conversación con el corazón abierto, y no hemos recurrido a El en caso de necesidad.
Alabemos a Jesús y aclamémosle Rey en nuestro corazón, El sólo es tributo de nuestro amor, y que El sólo sea el único dueño y Señor de nuestras acciones.
Es es una de las formas de desagraviar su Cuerpo, Alma y Divinidad.
Si ofrecemos el Rosario diario, se convertirá así en la verdadera corona de rosas con que el alma piadosa adorna la hermosa frente del injuriado Jesús.
Ayudemos al Corazón de María a sacar las espinas que diariamente clavan los hombres ingratos, con tanta gente que no come, niños que se mueren antes del año de vida, hombres de insultan a Dios y a la Santa Iglesia, riéndose y burlándose de la Virginidad de María.
Estas espinas, duelen tanto al Corazón de Jesús como al Corazón de María.
Espinas punzantes, que la mayor parte de la humanidad, clavan diariamente con las actitudes deshonestas, pensamientos perversos, falta de caridad, desinterés por la vida, y por el prójimo..

Rezar un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria.
y luego:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".


CUARTO MISTERIO DOLOROSO:

Jesús lleva su propia cruz camino al Calvario.


Texto Bíblico: Jn. 19,16-18




Jesús quedó en manos de los judíos y, cargando con la cruz, salió hacia el lugar llamado "la calavera", en hebreo "Gólgota", donde lo crucificaron.







Meditación por el Padre Celso Mejido Diaz.

Los verdugos no quedaron contentos con el martirio que tuvo que soportar Jesús.
Pilatos saca a Jesús al balcón del palacio, y pronuncia aquellas celebres palabras:
Ecce Homo!
¡He aquí el HOMBRE!,
y pregunta al pueblo con los mismos ardiles diabólicos de los políticos,
¿Qué hago con Jesús, Rey de los Judios?.

Crucifícalo!, contesta la muchedumbre, entre grito y horrendas gesticulaciones.
Y entregó Pilatos a Jesús para que le dieran muerte de Cruz.
Así aseguraba su cargo de gobernador. No le importaba falsear la justicia.
Cargado con el peso que lleva nuestros pecados y los de todo el mundo entero, Jesús sube penósamente hacia el Gólgota, ni una queja sale de sus labios.
Se abraza gozoso a la Cruz, porque con la cruz salvará a las almas que tanto ama.
El mismo dice: "por una sóla alma estaría dispuesto a sufrir mi pasión y mi muerte".
En la calle de la amargura, se encuentra con su Madre.
Qué admirable sería poder conocer los pensamientos de María y de Jesús en ése instante.
Se sabe por naturaleza, que cualquier madre sufriría si ve a su hijo sufrir, de la misma manera que sufría Jesús.
Qué dolor habrá inundado el Corazón de María, al ver a Jesús, tan lastimado, tan golpeado, tan humillado!.
María Madgalena y Juan lo seguían a cierta distancia.
Jesús cae tres veces, en medio de los gritos de la gente. Lo levantan con malos modos.

Temen que muera antes de que llegue a la ejecución.
Obligan al Cirineo a llevar la cruz de Jesús.
¡Cuántas veces nos invita Jesús a seguirle con la cruz, y cobardes, nos resistimos, o tal vez nos avergonzamos!.
La cruz, es el cumplimiento del deber, el quehacer de todos los días, el soportar flaquezas propias y ajenas.
La cruz presupone sufrimiento y resignación!
Es el peldaño de la cual todos debemos subirnos para comenzar a combatir.
Ya que la vida es una lucha diaria. Pidamos a Jesús que nos enseñe a soportar por su amor todos los sufrimientos que quiera enviarnos.
Jesucristo nos precede, María Santísima y los santos nos acompañan, y nuestro Angel de la guarde nos sirve de Cirineo.
Expulsemos de nosotros toda cabardía. Vale la pena sufrir por Jesús. Vale la Vida Eterna!

Pidamos como fruto del Rosario: Paciencia y fortaleza en el dolor.

Rezar un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria.

y luego: "Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

QUINTO MISTERIO DOLOROSO:

La Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.


Texto Bíblico: Jn. 19, 28-30

Cuando llegaron al Calvario, los soldados lo clavaron en la cruz.
Jesús rezaba así:
"Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Para que se cumpliera la Escritura, dijo:
"Tengo sed".
Había allí un vaso lleno de vinagre; empaparon una esponja en el vinagre, la pusieron en una caña y se la acercaron a la boca.
Cuando Jesús lo probó, dijo:
"Todo está cumplido".
Al mediodía se ocultó el sol y todo el país quedo en tinieblas hasta las tres de la tarde...
Jesús gritó muy fuerte:
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
E, inclinando la cabeza, expiró.

Meditación por el Padre Celso Mejido Diaz.

Una vez en el monte Calvario, desnudan a Jesús, y lo mandan tenderse sobre la cruz. Con sogas y clavos lo sujetan. María estaba allí, en su Corazón experimentaba una tremenda amargura.
Levantado Jesús entre el cielo y la tierra está pregonando el dominio del mundo.
Tres horas estuvo pendiente, con los brazos extendidos, la cabeza inclinada y hablando palabras de suavidad y amor.
Abrió su pecho con la lanza para mostrarnos su Corazón como foco ardiente de caridad.

En un gesto de amor supremo nos ofrece a María para sea nuestra Madre del Cielo. Nos hermana con El.
Ahora tenemos la misma Madre. Somos todos hermanos.
Si acudimos a María, que al pie de la cruz acompañó a Jesús, veremos su poder y su benefica influencia.
A pesar de las ingratitudes de los hombres dedica su última plegaria e intercede ante el Padre Eterno para que nos conceda el perdón.
Pidamos perdón a Jesús por nuestros pecados, como lo hizo el buen ladrón.
Recemos siempre antes de dormir:
"Señor acuérdate de mi cuando estés en tu Reino".
Acompañemos el Corazón sufriente de María, todos los viernes a las tres de la tarde, la hora de la gran Misericordia, la hora que Jesús murió.
Después de tres horas de agonía Jesús muere en la cruz.
¿Porqué ha sufrido tanto Jesús?
Por salvar mi alma, El mismo lo dice:
"Por una sola alma estaría dispuesto a sufrir mi pasión y mi muerte".
Al pie de la cruz, prometamos ser apóstoles a fin que conquistarle muchas almas.

Pidamos como fruto: La gracia de conquistar almas para el Reino de Jesucristo.

Rezar un Padrenuestro, diez Avemarías, y un Gloria.

y luego:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".


RECEMOS TODOS LOS DÍAS EL SANTO ROSARIO:

MISTERIOS DOLOROSOS.





Frases y Dichos


Conocerse a sí mismo es el mayor saber.(Italiano)

Si te caes siete veces, levántate ocho.(Chino)

Vísteme despacio, no tengo prisa.(Napoleón)

El pasado es un prólogo.(Shakespeare)

Para morir sólo se necesita estar vivo.(Laura Prado)

Qué cerca sentimos a algunos que están muertos; y qué muertos nos parecen otros que aún viven.(Wolf Biermann)

La verdad es hija del tiempo.(Aulio Gelio)